El término ‘título de crédito’ es uno de los más utilizados en el mundo financiero, y seguramente lo has escuchado al momento de realizar un trámite.
Al ser documentos de gran relevancia para concretar diversas operaciones financieras, es importante que conozcas qué son y para qué sirven los títulos de crédito.
¿Qué son los títulos de crédito?
De acuerdo con la legislación mexicana, los títulos de crédito son “los documentos necesarios para ejercitar el derecho literal que en ellos se consigna”.
Es decir, son documentos mediante los cuales una persona o entidad se compromete a efectuar el pago de cierta cantidad de dinero, en una fecha concreta, a favor del poseedor del título de crédito.
En pocas palabras, los títulos de crédito funcionan como herramientas para formalizar compromisos de pago entre personas o empresas.
¿Cuáles son las características de los títulos de crédito?
Los títulos de crédito poseen diversas características clave, como:
- Son reconocidos por la ley.
- Representan una obligación de pago entre las partes involucradas.
- El no cumplir con lo establecido, puede traer implicaciones legales.
- Se realizan mediante un instrumento transferible; es decir, los derechos sobre el deber de pago se pueden transferir.
- Tienen intereses.
- Se emiten con una fecha concreta, o cuotas, en las que deben ser reembolsados por el emisor.
- Pueden cotizar en la bolsa de valores o emitirse para un grupo de inversores privados.
- Los titulares de los créditos pueden tener un derecho sobre los activos generales del emisor; o bien, sobre activos especificados por el emisor.
¿Para qué sirven?
Como ya hemos visto, los títulos de crédito se utilizan como una manera de comprobar la existencia de un crédito o préstamo, y permiten al acreedor tener un certificado de pago sobre el crédito otorgado a una persona o un grupo de personas, a fin de protegerse ante la ley mexicana.
¿Cómo se clasifican los títulos de crédito?
En el ámbito financiero es posible encontrar una muy amplia variedad de títulos de crédito, lo que permite que cada acreedor encuentre el que mejor se adapte a sus circunstancias. Estas son las principales clasificaciones de estos documentos:
Según su emisión
Con respecto a la forma en la que los títulos de crédito hayan sido emitidos, se clasifican en:
- Al portador. Cualquier poseedor del título puede ejercer su derecho sobre el deber de pago.
- A la orden. El documento solamente puede circular mediante la voluntad de la persona que lo recibió.
- Nominativo. El poseedor del título solo puede ser una determinada persona.
Según su emisor
También existen diferentes tipos de entidades emisoras de títulos de crédito, como:
- Privados. Se emiten mediante personas o entidades particulares.
- Públicos. Se emiten mediante entidades gubernamentales o establecimientos públicos.
Según su contenido
El contenido u objetivo de cada título puede ser completamente diferente, y, en ese sentido, se pueden clasificar en:
- Dinero. Se especifica el pago por cierta cantidad de dinero.
- Mercancías. En esta modalidad, los títulos de crédito son por bienes o mercancías.
- Mixtos. Se pueden combinar tanto dinero como mercancías.
Algunos ejemplos
Algunos de los títulos de crédito más utilizados actualmente son:
- Pagarés
- Cheques
- Letras de cambio
- Bonos