Administración financiera

Gastos fijos que no deben faltar

gastosFijos

Si te pregunto cuáles son los gastos fijos, seguro me respondes de memoria: renta, Netflix, Spotify, factura del celular, transporte, gym… Y sí, tienes razón, los gastos fijos son aquellos que realizamos mes a mes y de los cuales ya sabemos (o tenemos una idea) del monto que representan.

Conocer tus gastos fijos te ayuda prácticamente a que tus finanzas no sean un caos. Saber el monto al que ascienden es básico para conocer tu capacidad de gasto y de endeudamiento.

Perooo…

¿Qué son los gastos fijos?

Se definen como el monto de tu salario destinado para cubrir  necesidades básicas alimentación, vivienda, transporte y educación. Se consideran en este rubro el pago de servicios como luz, agua, teléfono, internet, por mencionar los más importantes.

Es muy importante que cada mes tengas muy claro qué cantidad de tu ingreso está “etiquetado” para cumplir con estos pagos y que detectes cualquier fuga de dinero que te complique estar a tiempo en dichos compromisos.

Considera también que si has contraído alguna deuda, no debe exceder 30% de tu sueldo, de lo contrario estarás enfrentando un problema para el pago de tus necesidades, que a la larga complicaría el manejo de tus finanzas personales. 

Hay ciertas cosas que, si conviertes en gastos fijos, te ayudarán a minimizar tus gastos variables.

Aquí la explicación: contratar seguros o comenzar tu fondo de ahorro te ayuda a que estés protegido ante situaciones futuras que pueden complicar tus finanzas personales. El chiste es que esos seguros o fondos de ahorro ya los consideres en tu presupuesto como un gasto fijo para toda la vida, así será más dicífil que llegues a los 50 diciendo que no ahorraste o protegiste tu patrimonio porque nunca te alcanzó.

Imagínate esto:

Llega el fin de semana y decides ir a pasear en bicicleta, te caes y te rompes una pierna. ¿Tendrías el dinero necesario para pagar tus gastos médicos? Seguramente no, por lo que tendrías que recurrir a un préstamo de algún amigo o familiar o al apoyo incondicional de tu tarjeta de crédito. Porque sé que eres un adulto responsable, te hice una lista: 

¿Cómo calcular los gastos fijos?

La forma más simple es anotar en una lista cuánto pagas al mes por comida, viajes, escuela y renta y servicios. Una vez que sumaste el total del dinero que destinas a estos conceptos, habrás obtenido el monto total de gastos fijos que tienes mensualmente.

El resultado lo puedes restar al salario que percibes y el resultado será una cantidad que puedes destinar a ahorro, inversión, ocio, entre otros.

Una vez que has detectado tus gastos fijos en necesidades básicas, puedes hacer el cálculo también de lo que destinas, por ejemplo, para pagar el gimnasio, servicios de música o video en línea, salidas a comer, productos como cerveza o cigarrillos, videojuegos, entre otros. Al sumar estos conceptos, también obtendrás lo que destinas de tu salario para el pago de otras mercancías que no son consideradas primordiales desde un punto de vista de finanzas personales.

Finalmente, el pago de la mensualidad de la tarjeta de crédito o el préstamo personal también debes considerarlos como un gasto fijo dentro del manejo de tus percepciones salariales.

Ejemplos de gastos fijos

Si enlistamos los gastos fijos que deben cubrirse mensualmente, destacarían los siguientes:

  • La compra de despensa en el super o el mercado
  • La renta o el pago del crédito hipotecario
  • Mensualidad del coche
  • Gasolina
  • Gasto mensual en transporte público
  • Paquete de telefonía y datos
  • Luz y agua
  • Tarjeta bancaria
  • En caso de estar estudiando o tener hijos en la escuela, colegiaturas o cursos

¿Diferencia entre gastos fijos y gastos variables?

Como habrás notado, los recursos que destinas para cubrir estas necesidades es muy difícil que puedas dejar de hacerlos. Se les denomina gastos fijos porque están enfocados en cubrir lo más básico de tu día a día. Para algunas personas, pagar gimnasio, plataformas digitales, café, por mencionar otras actividades también puede considerarse como un recurso imprescindible; sin embargo, pueden dejarse sin que esto tenga mayores repercusiones en tus actividades diarias.

En ese sentido, se definen como gastos variables aquellos que tienen la posibilidad de cambiar en el tiempo o que no se pueden anticipar e incluso no realizarse, por ejemplo:

  • Ir a un concierto 
  • Llevar a la estética a tu mascota
  • Salir a comer a un restaurante caro
  • Adquirir la nueva versión de tu teléfono inteligente

4 cosas que te urge convertir en gastos fijos:

  1. Seguro de Gastos Médicos Mayores
  2. Seguro de Vida
  3. Ahorro para emergencias
  4. Aportación voluntaria a tu AFORE

Ya sé que cuando leíste la palabra “seguro” te dieron ganas de cerrar esta ventana, ¡pero espérate! te prometo que no es nada del otro mundo, tu Yo Adulto te agradecerá seguir leyendo.

Para motivarte poquito, aquí te dejo:

2 buenas razones por las que debes contratar un seguro:

  1. Porque son necesarios para tu estabilidad financiera presente y futura. Imagina tener una importante suma ahorrada y luego tener que retirarla porque (toco madera) tienes una enfermedad cuyo tratamiento es muy costoso y no tienes un seguro que te respalde.
  2. Para que vivas tranquilo sabiendo que tu estilo de vida y el de tu familia difícilmente se verá afectado por un accidente, invalidez, muerte o enfermedad.

Empecemos entonces:

1. El Seguro de Gastos Médicos Mayores

Lo necesitas porque nunca estamos exentos de accidentes o enfermedades. Hoy en día hay demasiadas opciones disponibles en las que puedes elegir el deducible y la cobertura. Si lo que quieres es que el costo anual no te salga tan caro, el deducible tendrá que ser más alto y viceversa.

Recuerda que el costo de tu prima dependerá de otros factores como tu edad, género, hábitos, etc. Compara y contrata el que más te convenga, es un trabajo tedioso, pero lo tienes que hacer, lo dice tu contrato de adultez.

2. ¿Por qué necesitas un Seguro de Vida?

Pues sí, la respuesta simple es “por si te mueres” (toco madera otra vez), pero déjame decirte que un seguro de vida también te protege en caso de incapacidad permanente total (o sea, que no puedas continuar ejerciendo tu profesión, pero puedas llevar a cabo alguna otra) o incapacidad absoluta (que de plano no puedas realizar ninguna actividad para generar ingresos). Este instrumento es principalmente para aquellos que desean proteger a su familia y asegurarse de que, en caso de faltar, la calidad de vida de hijos y cónyuge no se verá mermada. Es decir, asegura que tu familia podrá seguir cumpliendo con compromisos como el pago de hipoteca o de la universidad de tus hijos.

Un seguro de vida se contrata generalmente a partir de los 30 años, ya que es la edad promedio en la que comienzan las obligaciones y cargas familiares, y al igual que el de Gastos Médicos Mayores, su costo dependerá de factores como tu edad y de la cobertura que quieres.

Ojo: fíjate siempre en las letras chiquitas como las comisiones y las coberturas exactas, en ocasiones estos seguros no cubren cosas como invalidez por actividades “riesgosas” como andar en bicicleta. No es broma.

3. ¿Por qué deberías aportar voluntariamente a tu AFORE?

Porque te mereces un retiro tranquilo. ¿Sabías que al retirarte recibirás una pensión equivalente al 30% de tu salario actual? Si con el 100% apenitas y llegas a fin de mes, imagínate con 70% menos. Por eso, si quieres que tu Tasa de Reemplazo sea de 100%, es indispensable que realices aportaciones voluntarias a tu AFORE.

¿Dónde hacerlas?

Fácil. Existen cada vez más canales en los que puedes aportar de poquito en poquito, entre los que destacan las tiendas 7-eleven, Extra y Farmacias del Ahorro. Para tu depósito sólo necesitarás tu CURP y el monto que desees aportar. Otra opción es entrar a www.e-sar.com.mx y domiciliar tu ahorro o simplemente contactar a tu AFORE y pedir que te proporcionen información sobre el proceso que debes seguir para hacer tu aportación.

Ahora que si tu plan es recibir todo el dinero de tu AFORE y poner un negocio, déjame te quito la intención de una vez: el monto que ahorres en tu AFORE no se te entrega en una sola exhibición, sino a través de una renta vitalicia.

Así que comprométete a hacer por lo menos dos aportaciones importantes al año (mayo y diciembre son excelentes meses porque recibimos utilidades y 

aguinaldo). Recuerda que tu AFORE es el instrumento en el que más te conviene ahorrar para tu retiro, ya que ofrece mayores rendimientos con un riesgo menor; no querrás perder todo tu dinero del retiro por andar jugándole al vivo en una inversión de alto riesgo.

4. Fondo de ahorro para emergencias

Seguro ya sabes de qué hablo, pero ¿tienes uno? Este fondo será tu salvavidas en caso de perder tu empleo, de una emergencia médica menor, de que tu coche se descomponga, etc. Expertos recomiendan tener ahorrado el equivalente a 3 o 6 meses de tu ingreso, cosa que no es fácil. Te urge considerar este ahorro como un gasto fijo y obligarte a destinarle por lo menos el 15% de tu ingreso, recuerda que la primera ley para la riqueza es pagarte a ti mismo antes que a todos los demás.

Si en serio no puedes controlarte y terminas gastando hasta el último peso de tu quincena, aplica el “quítamelo que me lo gasto”, pídele a tu banco que domicilie tu ahorro.

Ojo: tu fondo de ahorro para emergencias deberá estar en una cuenta a la que puedas acceder cualquier día y a cualquier hora, nada de querer meterlo a un fondo de inversión (por ahora).

Considerar estas 4 cosas dentro de tu presupuesto te obligará a eliminar gastos en rubros menos importantes para destinar ese dinero a cosas que de verdad necesitas. Recuerda que tu verdadera independencia financiera llega cuando eres capaz de solventar cualquier imprevisto presente o futuro sin necesidad de recurrir a un préstamo o de poner en riesgo tu patrimonio o el de tu familia.

¡Cambia tus gastos fijos!

Puedes considerar otro tipo de opciones que a la larga pueden favorecer tus finanzas. En un inicio, es factible que destines parte de su salario para comenzar a ahorrar o invertir. Existe también la posibilidad de contratar un seguro, ya sea de daños para proteger tu vivienda o de gastos médicos, por mencionar algunos ejemplos. 

Por el contrario, si detectas alguna señal de sobreendeudamiento; es decir, que se complique pagar tus deudas, es el momento ideal para que busques la ayuda de un profesional que te brinde alternativas para corregir tu situación. Así, una reparadora de crédito es una buena opción para negociar un descuento con la institución financiera donde tienes tu deuda, obtenga un descuento y elabore un plan de ahorro para que vuelvas a ponerte al corriente en tus finanzas personales. 

Este es un buen momento para comenzar con pequeños pasos, ¿estás listo?