Una tarjeta de crédito puede tener un uso distinto al que le damos a una tarjeta de débito. Ambas son instrumentos que nos ayudan a tener un mejor manejo de nuestras finanzas personales. El secreto está en saber manejarlas, tener un buen control de nuestros gastos e incluso incrementar nuestro patrimonio.
¿Qué es una tarjeta de débito?
Si buscas en un diccionario, te sorprenderá encontrar que “débito” significa “deuda”. Eso podría generar tal confusión que la Real Academia de la Lengua Española tiene un apartado especial para “tarjeta de crédito” que consigna lo siguiente: “Instrumento de pago, emitido por un proveedor de servicios de pago, cuyo uso implica la disposición inmediata del saldo existente en la cuenta de pago asociada a la tarjeta”.
¿Qué es una tarjeta de crédito?
Sobre el “crédito” no hay tantas dudas, pues la primera acepción a este vocablo es: “Cantidad de dinero u otro medio de pago que una persona o entidad, especialmente bancaria, presta a otra bajo determinadas condiciones de devolución”.
Quizá el error más común en el mal uso de las tarjetas de crédito es pedir un préstamo para financiar otro, pero si tienes claras las diferencias entre débito y crédito, entre el dinero propio ahorrado y el dinero que no es tuyo, entonces puedes tener una mejor planeación de tus finanzas personales.
Aquí algunos consejos para que prepares mejor tu estrategia de uso de crédito o débito.
Diferencias entre una tarjeta de crédito y débito
Tarjetas de débito
- Es dinero propio. Es decir, es el saldo en una cuenta corriente. Se puede retirar dinero de un cajero o realizar algún pago. El importe de las operaciones se descuenta automáticamente y si no existen fondos para realizar algún pago, el cargo será rechazado.
- No tiene costo ni cobra comisiones por hacer uso del plástico o por hacer retiros en efectivo de los cajeros automáticos del banco que la emite. Aunque los retiros de cajeros de otras instituciones sí generan comisiones.
- También permiten hacer transferencias interbancarias y pagar servicios.
Tarjetas de crédito
- No es dinero propio. Eso significa que debemos pagarlo. La cantidad adeudada puede liquidarse según los diferentes esquemas de pago con y sin intereses que las instituciones ofrezcan por ese financiamiento.
- Se pueden comprar bienes o servicios sin tener efectivo. Solo se firma un pagaré por la cantidad de la compra y la institución emisora de la tarjeta liquidará al negocio el importe de nuestra compra
- Sí tienen un costo. Aunque hay opciones que no cobran anualidad, por lo general las tarjetas de crédito cobran por membresía o a los 12 meses de que se aperturó la línea de crédito.
¿Cuál es la diferencia entre tarjeta de crédito y débito?
En términos simples la diferencia entre una tarjeta de crédito y una de débito es que en la primera el dinero no es tuyo, es prestado por el banco y en la segunda tú puedes depósitar tu dinero y utilizarlo para bienes y servicios. Te explicamos lo siguiente:
¿Cuándo utilizar una tarjeta de crédito y cuándo una de débito?
Tarjetas de débito
- Es recomendable para pagar los gastos diarios como gasolina, despensa e incluso las salidas lúdicas. Así podremos tener mayor control de los gastos corrientes y compararlos con los ingresos.
- No deben usarse para comprar muebles, viajes o equipo de cómputo, es decir bienes que son útiles en el largo plazo. Dado que es dinero que no regresa, si la usamos para montos importantes, entonces perdemos liquidez y se reduce nuestro ahorro.
- No se recomienda usarlas para emergencias, especialmente porque no podemos gastar más de lo que tenemos y muchos de esos imprevistos pueden sobrepasar el monto disponible en la cuenta.
Sin embargo, ante un caso de esa naturaleza es importante hacer un balance sobre la capacidad de pago que tenemos a largo plazo, antes de decidir la cantidad de dinero que se usará de los ahorros y qué monto se financiará con crédito.
Tarjetas de crédito
- Existen tarjetas de crédito diseñadas para las necesidades específicas de un usuario
- Ofrecen promociones que se pueden utilizar como herramientas para planear tus gastos en tu estrategia financiera personal. Por ejemplo, cuando te permiten ganar puntos para adquirir otros productos.
- Los pagos diferidos a meses sin intereses pueden ser una gran herramienta de financiamiento, especialmente cuando compramos bienes.No es recomendable pagar la despensa a meses sin intereses, porque normalmente se compran productos perecederos. Sin embargo, comprar una computadora que amortizará su costo con el tiempo y con el retorno de inversión que te dará trabajar con ella, sin duda es una buena opción para pagar con crédito diferido a meses.
- Son una herramienta de financiamiento en caso de emergencias, especialmente si sabes manejar el crédito en relación con tu capacidad de pago a largo plazo.
¿Qué pasa si no pago mi tarjeta de crédito?
Sin embargo, cuando no planeamos bien nuestros pagos, los gastos se nos pueden salir de control. Cuando los intereses provocan que las deudas sean impagables, lo mejor será recurrir con los especialistas que nos asesoren sobre cómo manejar nuestras finanzas personales.
Cuando sientes que el agua te llega al cuello, antes de que pierdas liquidez, lo mejor es acudir con la institución financiera que te dio el crédito para solicitar un nuevo acuerdo de pago. Eso se conoce como “reestructuración de deuda”.
Ahora bien, si ya es muy tarde para negociar con el banco e incluso ya te mandaron a Buró de Crédito con una calificación negativa para que otros ya no te preste, entonces puedes recurrir a una reparadora de deuda.