Si quieres obtener un crédito, conocer la terminología que se maneja es un aspecto fundamental. Por ello, en esta ocasión te contaremos qué son los pagos mensuales o regulares de una deuda.
Los pagos mensuales o regulares de una deuda son las cuotas establecidas en el contrato que se deben cumplir en determinada fecha. El cumplir a tiempo con los pagos determina si un crédito se mantiene al corriente o cae en estatus de mora.
Aunque en términos generales en la gran mayoría de los créditos se establece que los pagos regulares se den de manera mensual, hay productos en los que la periodicidad cambia. Por ejemplo, hoy en día existen en el mercado opciones en las que se puede pagar de manera quincenal, e incluso, algunos de forma semanal.
Los pagos regulares están conformados de dos componentes: capital e intereses; es decir, de la cuota que se desembolsa, una parte se va para reducir el monto original prestado y el resto cubre los intereses que derivan del financiamiento.
El número de pagos regulares que se deberán cubrir dependerá del plazo pactado con la institución en el contrato. De esta forma, si el crédito fue establecido a un periodo de 36 meses, se deberán cubrir 36 cuotas.
Si quieres adquirir un crédito, o ya lo tienes, y deseas saber cuándo y cuánto tendrás que pagar mes con mes, puedes consultar la tabla de amortización que debe brindar la institución otorgante del financiamiento. En este documento, se desglosa cada una de las cuotas que se deben cubrir, y se detalla cómo se conforma, es decir, cuánto del monto se va para reducir capital y cuánto para pagar intereses.
¿En qué tipos de créditos se ven los pagos regulares?
Es importante decir que el concepto de pagos regulares se observa en mayor medida en financiamientos de mediano y largo plazo, que implican más de 12 meses, como los créditos personales o hipotecarios. Por ejemplo, en un crédito de vivienda, además de los pagos regulares, hoy se abren opciones para dar pagos extra, que permitan reducir en mayor medida la deuda y bajar intereses, ya que estas aportaciones van directamente a reducir capital.
Resulta importante decir que en productos como tarjetas de crédito, o tarjetas departamentales, existen dos tipos de pago que se pueden hacer: el pago mínimo, el cual es la cuota por cubrir para mantener activa la tarjeta, aunque genera interés; y el pago para no generar intereses, que es el monto que se debe cubrir y que permite mantener al día la tarjeta, sin cargos adicionales al consumo generado en el periodo.
Cabe mencionar que el formato de pago de una tarjeta de crédito cambia en relación a productos como los préstamos personales o hipotecarios. Y es que, mientras que las tarjetas de crédito establecen un periodo de 28 días para pagar después de la fecha de corte, los financiamientos personales o de vivienda se deben cumplir en el día establecido en el contrato.
¿Qué pasa si no cubro los pagos mensuales o regulares de una deuda?
El no cumplir con el pago de una cuota en el tiempo establecido deriva, principalmente, en la obligación de tener que cubrir intereses moratorios. Pero, ¿qué son?
En términos simples, es el cargo que se debe pagar por no cubrir en la fecha estipulada el pago exigido. Por esta razón, es muy importante que antes de contratar un crédito, se conozcan a profundidad las condiciones del financiamiento, en lo que incluye, la tasa de interés ordinaria y la tasa de interés moratoria.
En algunos casos, por ejemplo, la tasa de interés moratoria es el doble de la tasa de interés ordinaria establecida.
No pierdas de vista que desde el primer momento en el que se incumple con el pago, el crédito entra en un estatus de atraso, que se regularizará hasta que se cubran las cuotas pendientes. Sin embargo, en México, se considera que un crédito entra en cartera vencida, después de 90 días de atraso, fecha en la que las instituciones crediticias podrían tomar otras acciones para la cobranza.
¿Qué hacer si no puedo cubrir los pagos mensuales o regulares de una deuda?
Si te encuentras en una situación económica compleja, en la que resulta difícil cumplir con los pagos de un financiamiento, lo importante es buscar alternativas. Dejar de pagar no es opción, ya que puede derivar en que el problema tome un efecto bola de nieve, en el que mientras más avanza el tiempo, más crece.
Una de las alternativas que se puede analizar es buscar la negociación directa con la institución de crédito. La intención es que se pueda exponer el caso, y llegar a un acuerdo para pagar el préstamo.
También podría resultar una opción viable recurrir a una Reparadora de Crédito. Este tipo de empresas se caracterizan por ser especialistas en negociar las deudas con los acreedores, y concretar nuevos acuerdos para saldar los adeudos.
Una de las principales ventajas que ofrece este tipo de modelos es que no solo garantizan éxito en la negociación de nuevos acuerdos para el pago, sino que incluso se pueden concretar descuentos sobre los montos pendientes por cubrir.
Aunado a lo anterior, entre los puntos a considerar como una alternativa viable se encuentra el hecho que ofrecen diseñar planes de ahorro a la medida, para que sea con recursos propios que se pueda liquidar los compromisos, y se retome el control de las finanzas personales.