Administración financiera

Puntos para entender la educación financiera en México

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La educación financiera es el proceso que permite a las personas mejorar su comprensión sobre los productos y servicios financieros disponibles en el mercado. Conocer los riesgos y los beneficios que éstos implican para sus finanzas personales, les permite desarrollar habilidades para mejorar sus decisiones económicas. 

Sin embargo, el alcance de la educación financiera aún es limitado. En México, el nivel de ingresos y de estudios está directamente relacionado con cómo se manejan las finanzas personales. Esto es que a mayor grado académico quizá haya un mejor entendimiento sobre los productos financieros. 

La Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF 2018) aún registra un amplio desconocimiento de la población sobre las características de los servicios financieros. El error más grave es que la mayoría de las personas no compara entre productos, antes de adquirirlos, y tampoco hace un análisis sobre sus necesidades personales, previo a contratarlos.  

De acuerdo con esa encuesta, 44% de los mexicanos tienen un sistema de ahorro. Eso significa que hay apertura por parte de la población para mantener finanzas sanas y consolidar un patrimonio. Sin embargo, aún hay un 56% que no tiene esa disciplina y que, cada año, contribuye a engrosar la cartera vencida.

La falta de educación financiera se atribuye, entre otros factores, a la falta de difusión sobre lo que significa utilizar estas herramientas de financiamiento para acrecentar el patrimonio personal. Por lo general, se asume que se necesita “crédito” para comprar lo que se necesita, sin antes pensar que ese dinero deberá pagarse. 

¿Quién da educación financiera?

“Banxico educa” es un portal del Banco de México con videos y contenidos sobre educación en finanzas personales para diferentes edades. El MIDE o Museo Interactivo de Economía es otro esfuerzo de esa misma institución para ofrecer juegos interactivos para niños y adolescentes que los involucren de manera divertida con la teoría y la realidad económica.

Las salas virtuales del MIDE explican de manera didáctica qué es el ahorro, el crédito y las afores. Sin duda, estos son temas fundamentales para tener finanzas sanas. Hay expertos que incluso recomiendan que estos asuntos sean incluidos como asignaturas en los programas de educación básica. 

Al fortalecer nuestras habilidades de decisión financiera tenemos mayor capacidad para elegir las condiciones más favorables de ahorro y de inversión, así como de solicitud de crédito y mejor manejo de los ingresos.

Esto provoca una situación de “ganar-ganar” para todos, incluidas las instituciones otorgantes de crédito, pues la cartera vencida no beneficia a nadie. En cambio, contar con ahorradores y deudores que sean buenos pagadores genera un ecosistema financiero saludable. 

No tengo educación financiera

Desafortunadamente, la mayoría de las personas se dan cuenta de que no tienen educación financiera cuando ya cayeron en una situación de sobreendeudamiento o, peor aún, de impago. No supieron manejar el crédito o pensaron que la solución era pedir prestado a otro acreedor para pagar un adeudo anterior.

La falta de previsión para tener un fondo de ahorro que se utilice en caso de contingencias económicas como el desempleo o una emergencia médica es otro error frecuente cuando dejamos de lado este entrenamiento en finanza personales. 

Sin embargo, incluso si vives una mala racha, como puede ser estar con un reporte negativo ante el Buró de Crédito, puedes enderezar tus finanzas. Es decir, cuando repruebas un examen en la escuela, no significa que pierdes el año escolar. Si te equivocaste en el manejo del dinero, puedes pedir ayuda para recuperar la liquidez y rehabilitarte como sujeto de crédito.

Las reparadoras de crédito se han convertido en instituciones que proporcionan educación financiera a sus clientes. Son empresas que ofrecen servicios de negociación de deudas que ya tienen una marca negativa en el Buró de Crédito. Diseñan planes de ahorro a la medida que permiten saldar la mora en un tiempo que sea cómodo para el pagador. 

Aprender a ahorrar y cumplir con un compromiso financiero convierte a esos morosos en usuarios responsables de los productos crediticios, lo que favorece a los otorgantes de crédito y también beneficia a quienes podrán volver a ser solicitantes de servicios y productos de la banca. Los deudores rehabilitados incluso serán mejores pagadores y no volverán a caer en una situación de sobreendeudamiento o de impago. 

¿Qué es el ahorro?

El ahorro se define como la parte del ingreso que se separa y no forma parte del monto mensual destinado para consumo. Ese capital reservado puede utilizarse para cubrir una necesidad o contingencia futura. Es una cantidad de dinero que también puede utilizarse como un fondo para vivir un retiro digno y holgado. 

Es el porcentaje de los ingresos que no se gasta ni se invierte. Esto quiere decir que tampoco se pone en riesgo. Es por ello que el dinero destinado a un emprendimiento no debe tomarse del monto ahorrado. 

Economipedia.com señala que el ahorro solo se consigue a través de la planificación patrimonial. Cada familia podrá diseñar su propio plan para reservar mensualmente un porcentaje de sus ingresos, pero también pueden recurrir a un asesor financiero en caso de que no logren hacerlo.

“La situación ideal es, quizás, una combinación del ahorro y del consumo. Sin este último, se paralizaría la actividad económica de un país y se podrían generar efectos muy negativos que ya conocemos, como el desempleo”, señala el sitio del diccionario especializado en economía. 

Para las familias que no lograron realizar por sí mismas un plan de ahorro e incluso cayeron en sobreendeudamiento o que solo pagan los intereses de sus tarjetas de crédito o que sus compromisos financieros ya rebasan el 70% de sus ingresos o que ya tienen una calificación negativa ante el Buró de Crédito, entonces hay opciones para enderezar su camino. 

Si una familia o un deudor no logra retomar el control de sus finanzas, es posible recurrir a las reparadoras de crédito para tener mayor asesoría sobre cómo planificar el ahorro que permitirá en, el corto y mediano plazo, liquidar moras pendientes y volver a construir un patrimonio.

Aprender a ahorrar, saber financiarse con crédito y adquirir las habilidades para invertir son herramientas de finanzas personales que puedes adquirir, aunque hayas caído en Buró.