¿Ahorrar o invertir? Esa es la cuestión. Todos sabemos que ahorrar es importante para alcanzar nuestras metas. Pero también, en más de una ocasión nos han dicho: “Haz crecer tu dinero, invierte”. Allí es donde entra la duda de qué nos conviene más. Para averiguarlo, primero hay que conocer la diferencia entre ambas, así como las opciones más sencillas y al alcance de tu mano:
¿Qué es el ahorro?
Se puede definir como la parte de nuestros ingresos que guardamos y decidimos no tocar hasta alcanzar una meta definida o simplemente, tenerla como colchón ante un imprevisto. Para cumplir con este objetivo existen herramientas financieras disponibles, siendo las cuentas de débito las más conocidas.
Su principal ventaja es que son fáciles de abrir, pues piden pocos requisitos, además de existir opciones sin saldos mínimos de apertura o mantenimiento, ni cobro de comisiones por manejo de cuenta; por lo que tu dinero siempre está disponible. El problema de estas cuentas es que no ofrecen rendimiento, es decir, ese dinero no genera intereses, simplemente está “dormido” esperando a ser utilizado, lo cual es negativo si tu meta es a largo plazo, ya que la inflación le hará perder valor.
Afortunadamente, también existen herramientas que dan rendimientos, por lo general son cuentas de ahorro ligadas a las de débito, algunas te dan ganancias sólo por aportar dinero a esta cuenta y otras por mantenerlo en ella cierto tiempo. Este último es conocido como ahorro a plazos, donde la idea es no tocar tu ahorro (y en ocasiones te pedirán seguir abonando) durante ciertos meses para obtener un porcentaje de interés. La ventaja es que puedes disponer de tu dinero antes, con menos ganancias.
Aunque la idea de acumular ganancias mientras ahorras suene bien, la realidad es que los rendimientos no son tan altos y no convienen mucho para grandes cantidades. Por lo tanto, parecería que entre ahorrar o invertir, nos convendría más la segunda opción. Sin embargo, también tiene sus detalles.
¿Qué es la inversión?
En resumen, se trata de poner a trabajar tu dinero. La idea es que éste crezca a partir de depositarlo en manos de una institución o bienes (comprar un departamento y rentarlo, poner un negocio) para que genere ganancias, las cuales no sólo permitirán proteger tu dinero de la inflación, sino mejorar tu situación económica.
Sin embargo, un punto a considerar es que a la hora de invertir no hay certeza, pues así como tu negocio podría no “pegar”, también es posible no obtener los rendimientos deseados, es decir: supone un riesgo. A pesar de eso, no significa que no valga la pena, pues muchas veces los beneficios superan el riesgo; la clave es identificar la opción más conveniente para ti. Para eso no sólo es importante investigar las diferentes alternativas, también tomar en cuenta que siempre debes hacerlo en un medio confiable, certificado y legal.
Los bancos son una opción, especialmente si no eres experto en inversiones y es la primera vez que lo harás, pues tienen una variedad de productos que se ajustan a tus necesidades y ahorros. Incluso, aunque invertir de esta manera no está fuera de riesgo, éste es menor.
Estas instituciones dividen sus programas de inversión, principalmente en dos:
- Inversión a plazos. Básicamente depositas tu dinero durante un tiempo establecido para generar intereses. Los más comunes son los Pagarés y CEDES (Certificados de Depósito), donde lo que varía es el monto inicial, plazos a contratar, la tasa de interés, así como si los intereses se entregan cada cierto tiempo o hasta el final.
- Fondos de inversión. Aquí tu dinero no trabaja solo, sino que lo hace en conjunto con el de otras personas, invirtiéndose en instrumentos financieros como bonos o acciones, entre otros. Se dividen en corto, mediano y largo plazo, siendo los primeros los de menor riesgo. La desventaja es que la inversión inicial para la mayoría de estos fondos es alta, por lo que no es accesible para todos.
Entonces… ¿conviene más ahorrar o invertir?
Hay puntos a tomar en cuenta si decides invertir:
- El dinero le destines debe ser diferente al que ahorras para emergencias, pues no podrás hacer uso de él hasta terminado el plazo, o deberás someterte a una penalización o ganancias menores.
- Debes buscar que la tasa de interés siempre sea mayor a la inflación. De lo contrario, estarás incrementando el monto de tu dinero pero no su valor.
- Considera ampliar tus opciones. Actualmente existen varias empresas de tecnología financiera (fintech) que, bajo el modelo de préstamos entre particulares, pueden ofrecer mejores condiciones para los inversionistas.
Ahorrar o invertir, depende básicamente de tu capital disponible y cuándo pretendes usarlo. Hacer crecer nuestro dinero no sólo es una idea atractiva, sino inteligente, pero debemos hacerlo de acuerdo a nuestras posibilidades para reducir el riesgo.