El uso incorrecto de las tarjetas de crédito es una práctica muy común entre los cuentahabientes activos de la banca comercial. Muestra de ello es que 8 de cada 10 personas que acudieron a Resuelve tu Deuda durante 2017, desconocían la manera correcta de calcular los intereses de sus tarjetas bancarias y esa fue la razón que los llevó a sumar deudas de 140 mil pesos en promedio, otra cosa en común entre ellos es que “se les hizo fácil pagar una tarjeta con otra”.
Todos, quienes contamos con un producto crediticio, tenemos el derecho (y la obligación) de aprender cómo pagar con tarjeta de crédito y preguntar una o mil veces todas las dudas que nos surjan.
Es muy importante verificar cuál es el Costo Anual Total (CAT), qué monto pide la entidad financiera por motivo de anualidad, cuál es el cobro por falta de pago, por reposición física, y una de las más importantes: cuál es la comisión que aplica al realizar retiros de efectivo.
¿Por qué?
Según la tarjeta de crédito que tengas, será el cobro que tendrás que pagar al banco. En algunos casos, la tasa de interés por disposición de efectivo es la misma que la de tus compras, adicional a una comisión por evento, es decir, por transacción de retiro; sin embargo, en la mayoría la aplicación varía de acuerdo al producto que manejes.
Entonces considerando que, de acuerdo con un análisis, la mayoría de las instituciones crediticias aplican una comisión del 10% sobre el monto en efectivo que solicites, no sólo se te aplicará la tasa de interés diaria, sino también la comisión por la disposición.
No se te ocurra pagar una tarjeta con otra…
Cuando se tienen dos o más deudas en distintas tarjetas, puede parecer la solución a esos momentos en los que por alguna razón no contamos con la posibilidad de liquidar algún cargo; No obstante, hacerlo podría traer muchos más problemas que soluciones, ¿no lo crees?
Insisto, si esto llega a pasar por tu mente es porque ya estás presentando problemas para cubrir tus mensualidades, no estás solucionando tu problema. Las deudas pueden salirse fácilmente de control y convertirse en una bola de nieve que afecte permanentemente tu economía.
Entonces, cuando alguien te pregunte si le conviene pagar una tarjeta con otra, la respuesta a esta pregunta es muy corta y clara: NO.
Existen otras opciones
Lo primero que debes hacer es reconocer cuál es tu situación, porque existen dos escenarios:
A) Estás atrasado en tus obligaciones de pago con algún banco y definitivamente ya no puedes pagar
Si este es tu caso, la mejor opción es acercarte a una reparadora de crédito como Resuelve tu Deuda. Lo que hará será conseguirte un descuento hasta del 70% sobre el total del adeudo. Además, te brindará asesoría legal y financiera para que, a través de una cuenta de ahorro, adquieras buenos hábitos financieros y evites caer de nuevo en sobreendeudamiento.
B) Estás atrasado en tus deudas, tus ingresos sí te permiten seguir abonando al banco, pero quieres conseguir mejores condiciones de pago
Si este es tu caso, existen dos alternativas:
- Transferencia de saldos: Es decir, pasar las deudas de todas tus tarjetas (no importa que sean de diferentes bancos), a una sola que tenga una menor tasa de interés. La ventaja es que será más sencillo y sobre todo barato pagar tus deudas y tendrás más control de las mismas. La desventaja es que no cualquiera puede llegar a solicitar una tarjeta para transferir su saldo y conseguir mejores condiciones de pago, la línea de crédito que brindan suele ser asignada por la entidad financiera y puede depender de cada cliente.
- Consolidación de deudas mediante un préstamo: Existen alternativas muy atractivas en el marcado. Por ejemplo, La Tasa, que te ofrece créditos desde 20 mil hasta 350 mil pesos y maneja tasas personalizadas que pueden ir desde 9.9% hasta 28.9%, el requisito único (además de documentos oficiales como identificación, comprobante de domicilio y de ingresos) es contar con un buen historial crediticio.
Pero sea cual sea el crédito que elijas… aquí enlistamos todo en lo que te debes fijar:
- Compara la tasa de interés que actualmente te aplica el banco y opta por el crédito que maneje un CAT menor al que estás pagando.
- Investiga al banco o empresa que piensas elegir.
- Pregunta todas las dudas que te surjan, ya que algunas instituciones condicionan la obtención del crédito con la compra de un seguro. (Esto tiene como finalidad protegerse a sí mismas, averigua qué tan caro es).
- Al ser un crédito no revolvente, será más sencillo destinarlo a un fin particular, como el pago de deudas, ya que no se volverá a utilizar una vez liquidado. (Recuerda que el crédito revolvente es un tipo de crédito que puede utilizarse de forma repetida y no tiene establecido un número de cuotas).
¡Ahora ya lo sabes! Existen alternativas para todos, comparte esta publicación a quien más lo necesite. Empieza a administrarte y evita llegar a un nivel de sobreendeudamiento que no puedas controlar.