Si vives en la CDMX, es muy probable que hayas usado el transporte público y si no has estado debajo de una roca, seguramente has escuchado algo sobre la nueva tarjeta metro. Esta iniciativa ha generado gran interés por su uso, no sólo en los traslados sino para hacer compras. Sin embargo, aún existen varias inquietudes sobre el funcionamiento de esta forma de pago, especialmente entre las personas que aún no saben si les conviene más que los métodos convencionales.
Por eso, si has pensado en obtenerla pero aún no te convence, te comparto información relevante sobre la nueva tarjeta metro.
¿Es un producto seguro?
Este proyecto está en manos de Mastercard, el gigante de las tarjetas de crédito y débito. La empresa tiene como visión “un mundo más allá del efectivo”, por lo tanto, tiene como meta impulsar la bancarización de la población y el progresivo desuso del papel moneda por el dinero plástico (su plástico). De ahí que vaya tras mercados donde los métodos de pago tradicionales sean muy populares y México no es la excepción.
Ya el año pasado, el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO), mencionó que el 96% de las transacciones en nuestro país se hacen en efectivo, lo que nos ubica como un objetivo importante para Mastercard.
El metro de la Ciudad de México es usado diariamente por más de 5.5 millones de personas que pagan de esta manera sus traslados. Por lo tanto, acercarse a esta población para ofrecerles los beneficios de un plástico multiusos es un paso importante para la empresa emisora de tarjetas.
Aunque la estrategia es nueva en nuestro país, ya había sido probada anteriormente en Bogotá, Colombia, a través de la tarjeta Tullave. Lo relevante en nuestro caso es que la Ciudad de México no pagó por el proyecto ni la tecnología para su aplicación. Lo que sí obtendrá a cambio es el impulso en la colocación de plásticos dentro de un segmento poblacional que no suele ocuparla para sus transacciones habituales.
¿Cuál es el objetivo de la nueva tarjeta metro?
Según a quién le preguntes el proyecto tendrá varios objetivos:
- Desarrollar una forma de pago que permita eliminar el uso del efectivo para viajar en el metro y otros sistemas de transporte público.
- Generar un plástico de doble función, que sirva tanto para pagar el transporte como para realizar compras.
- Bancarizar a un segmento importante de la población.
- Impulsar el pago con tarjeta en pequeños comercios.
¿Cómo conseguir la nueva tarjeta metro y qué costo tiene?
Actualmente, la tarjeta sólo se encuentra disponible en las estaciones de la línea 7 del metro (línea naranja), con un costo de 10 pesos. No obstante, se espera que próximamente la pueda adquirir en otros puntos.
¿Cómo es la nueva tarjeta metro?
Su aspecto es distinguible por su color naranja que hace referencia a los trenes del metro. Pero, a diferencia de las tarjetas recargables, ésta tiene toda la información de un plástico emitido por alguna institución bancaria, es decir, trae un número de identificación, fecha de caducidad y código CVV o CVC.
¿Cómo funciona la nueva tarjeta metro?
En la primera generación de este proyecto, el plástico cuenta con dos chips y, en consecuencia, con dos saldos. El primero te permitirá acceder al Sistema de Transporte Colectivo (STC) y el segundo será el que ocupes para realizar compras.
- El saldo del metro es el que agregas en las estaciones de forma cotidiana. Por lo tanto, aplican las mismas reglas: no podrás tener más de 120 pesos acumulados ni realizar depósitos mayores a 99 pesos.
- El saldo para comprar es el que podrás incrementar en distintos comercios o bancos y te servirá para pagar servicios, hacer transferencias o comprar. Recuerda que al estar respaldada por Mastercard, es aceptada a nivel mundial.
No olvides que los saldos se manejan de forma independiente, así que no podrás usar el de las compras para el transporte ni visceversa. Por lo tanto, aún tendrás que ir a recargar tu tarjeta de forma habitual.
Ahora sí, viene lo bueno:
¿La nueva tarjeta metro es de crédito o débito?
Cuando consigues el producto, ya está listo para que funcione en el sistema de transporte, por lo que sirve como una tarjeta prepago. Sólo ocupas el dinero que ya has introducido anteriormente.
En cambio, si deseas ocuparlo en algún otro tipo de transacción, es necesario darlo de alta en la App o la página web de Broxel, empresa de servicios de tecnología financiera. Al momento de activarlo, te darás cuenta que te ofrece un saldo de 10 pesos. Esa cantidad es una pequeña línea de crédito que le permite ser reconocida como una tarjeta de crédito en los comercios.
Y una vez activada…
Podrás incrementar la disposición de dinero con las aportaciones que realices, hasta llegar a un tope de 15 mil pesos. Luego de eso, necesitarás ingresar más información para que te admitan un monto mayor. Igualmente, si deseas incrementar tu línea de crédito (ya sabes, la de 10 pesos), te pedirán algunos documentos para la aprobación de la misma. La App te explica el proceso a detalle.
Una vez que tengas la tarjeta activada con un saldo de compras suficiente, podrás ocuparlo para tus transacciones. Ya sea que uses el plástico para ir a la tienda o la aproveches como “tarjeta virtual” para las compras en línea, tienes diversas facilidades que te brinda el soporte de Broxel.
Todo parece muy bueno pero… ¿te conviene la nueva tarjeta del metro?
Eso depende, si eres un usuario de metro que tiene buen control de su dinero en otros productos, probablemente el plástico no te ofrezca grandes beneficios. En cambio, la facilidad de poder manejar una tarjeta con la que no te piden requisitos (ya que la obtienes en la estación del metro por 10 pesos y nada más), puede resultar atractivo para alguien que entiende las ventajas de un producto pensando en coordinación con su plataforma digital.
Sin embargo, aunque no te piden tu historial crediticio para obtenerla, eso no significa que su uso no tenga repercusión en el mismo. Me explico. Esa pequeña línea de crédito sigue siendo crédito, por lo tanto, si lo ocupas y no lo pagas antes de tu fecha límite, entonces podrías comenzar a acumular intereses y se enviará un reporte de comportamiento negativo. Así que hay que ser precavidos con este punto.
¿Entonces?
Tu decides, solo considera que en este momento no podrás disponer del mismo saldo para viajar y comprar. Eso se tiene pensado para la tercera generación y apenas vamos en la primera (hummm). Por lo tanto, como un producto digital o para quienes no pueden acceder a algo similar debido a sus ingresos o a su mal historial, esta puede ser una opción.
Si no, mejor quédate con tu tarjeta recargable, de cualquier forma no evitarás las filas en la taquilla.
Si quieres enterarte más sobre este tema, aquí te dejo un vídeo:
Recuerda realizar consumos responsables, si ya presentas problemas financieros por deudas impagables,te recomendamos busques ayuda con expertos de deuda.