En los últimos años, en el sector financiero, hay un producto financiero que está destacando y son los microcréditos. Seguro que, en alguna ocasión, has oído hablar de este término. Aunque si no es así, no te preocupes porque, a continuación, te vamos a ofrecer una guía con todo lo que tienes que saber sobre este tipo de créditos que tanto éxito tienen hoy en día.
Definición de microcréditos
Al hablar de microcréditos se pueden definir como préstamos o créditos pequeños que las entidades bancarias conceden a los clientes que lo soliciten. Normalmente, este tipo de créditos se hace para hacer frente a algún gasto imprevisto (como la adquisición de un electrodoméstico, la reparación del coche, etc.) o para financiar un nuevo proyecto y/o negocio.
Las personas que suelen acudir a un banco para solicitar un microcrédito son aquellas que tienen serias dificultades para acceder al sistema financiero tradicional. De forma oficial, estos microcréditos existen desde hace poco. En concreto, su origen se remonta al año 1962, cuando un banquero de Bangladesh concedió el primer microcrédito de la historia, dando lugar así inicio a las microfinanzas.
Requisitos para solicitar un microcrédito
Al igual que sucede con otro tipo de préstamo, los microcréditos requieren de la presentación de alguna documentación y el cumplimiento de ciertos requisitos por parte del demandante, entre los que destacan los siguientes:
- Deberás ser mayor de 21 años en la mayoría de los casos.
- Tendrás que disponer de una cuenta bancaria propia.
- Tienes que demostrar que los ingresos que recibes son totalmente lícitos.
- No podrás figurar en ninguna lista de morosos oficial como ASNEF (Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito) o el RAI (Registro de Aceptaciones Impagadas).
¿Qué características tienen los microcréditos?
A diferencia de otros tipos de créditos, los microcréditos presentan una serie de características que los hacen diferentes. Una de las principales es que la mayoría de empresas privadas que los conceden lo hacen a través de su página web. Es decir, se solicitan de forma muy sencilla a través de Internet y el usuario puede elegir la cantidad de dinero que necesita y los términos y condiciones en los que quiere que el préstamo sea concedido.
El valor de los microcréditos va desde los 500 hasta los 25.000 euros en el mayor de los casos. Además se caracterizan por no requerir ningún tipo de garantía o aval para poder solicitarlos.
En cuanto a su plazo de devolución es más reducido que otro tipo de préstamos y van desde los 30 días hasta los 45 o un poco más. Eso sí, los plazos de carencia suelen ser más flexibles en el caso de los micropréstamos.
Por último, otra de las características que definen a este tipo de pequeños préstamos es que las entidades bancarias no suelen cobrar comisiones de apertura, mantenimiento o cancelación. Aunque es cierto que suelen contar con un tipo de interés más elevados que otra clase de créditos o anticipos.
Peligros de este tipo de préstamos
Aunque son préstamos más accesibles para las personas que cuentan con menos recursos, no son la mejor opción si ya se está endeudado o en peligro de caer en deudas y no poder pagarlas. De hecho, desde Facua advierten del peligro de los microcréditos, ya que tienen un TAE por encima de la media de otros préstamos.