Cuando estás en una situación financiera complicada, el contar con una vivienda puede ser de gran ayuda ya que te dará mayor facilidad al momento de solicitar algún tipo de financiación.
El hipotecar una vivienda consiste en pedir un préstamo sobre la casa en propiedad. Sin embargo, antes de hipotecar tu vivienda debes de conocer bien cuáles son los riesgos de esta operación para que consideres si es conveniente realizar esta operación o no.
Así como en la mayoría de las cosas hipotecar vuestra vivienda tiene sus pros y contras; la principal ventaja que observarás al hipotecar tu propiedad será que obtendrás mayor facilidad para conseguir dinero y también podrás observar que el interés que se te aplicará será más bajo que cuando solicitas un préstamo sin hipoteca. Por el contrario, dentro de las desventajas la primordial es que en caso de no pagar puedes perder tu propiedad.
Finalidad de hipotecar tu casa
La principal razón por la que generalmente se busca hipotecar una propiedad es para poder conseguir financiamiento para poder liquidar deudas. Sin embargo, se puede solicitar por otras razones, así como por ejemplo:
- Ampliar la hipoteca actual: esto te ayudará a disminuir la cuota mensual que debes pagar, alargando el periodo de amortización. Otra de las formas de ampliar la hipoteca es aumentando la cantidad de la deuda.
- Para obtener liquidez: generalmente cuando se busca obtener liquidez es para un préstamo para algún gasto fuerte que se tenga o bien para realizar una inversión en algún proyecto.
- Para pagar deudas: esta opción se busca cuando las deudas que se tienen son demasiadas y, en este caso, la reunificación de deudas es una alternativa viable; el hipotecar tu casa para poder liquidar todas tus deudas resulta un opción factible.
Hipotecar la vivienda para pagar tus deudas
Lo primero que debes aclarar es que si hipotecas tu casa para solventar el pago de deudas estarás solicitando un préstamo con garantía hipotecaria, es decir un préstamo cuya garantía es el valor tasado de tu vivienda.
Si tienes varias deudas a la vez es recomendable buscar la alternativa de la reunificación de deudas hipotecando la vivienda para que te otorguen un préstamo mayor a la suma de todas tus deudas, y así poder liquidarlas todas y quedarte solo con una cuota mensual que será mucho menor a la que tenías anteriormente.
Si estáis pensando en hipotecar tu vivienda debes tener en cuenta los siguientes puntos para poder llevar a cabo el proceso:
- Tasación del inmueble: este es un paso imprescindible ya que da a conocer el valor comercial de la propiedad de la cuál eres propietario.
- Generalmente el importe del préstamo suele estar entre el 30 y el 40% del valor establecido de la tasación.
- Se debe solicitar una nota simple en el Registro de la Propiedad para verificar que la casa no tiene cargas y que el solicitante es el verdadero propietario de la misma.
- El plazo de amortización del préstamo con garantía hipotecaria es mayor que un préstamo personal pero menor que una hipoteca convencional. El periodo de amortización suele oscilar entre los 12 y 15 años como máximo 20 años.
- El tipo de interés es más caro que en un préstamo hipotecario; teniendo un buen perfil como cliente puedes conseguir un tipo de interés entre el 3 y el 4%.
Hipotecar tu vivienda para otra vivienda
Otra de las razones más comunes por la cual se hipoteca una vivienda es cuando se desea adquirir otra propiedad, para esto existen dos posibilidades:
- Solicitar una ampliación de la hipoteca: esto se realiza a través de una novación de la hipoteca, que permite al cliente solicitar más dinero al banco sin necesidad de recurrir a un nuevo préstamo, sino que la cantidad solicitada se agrega al préstamo que ya se tenía. Para realizar esta transacción debes estar al día con los pagos de tu hipoteca y que la cuota a pagar no supere el 35% de los ingresos.
- La otra alternativa que tienes es solicitar una hipoteca para la nueva propiedad poniendo como garantía la propiedad que ya se tiene. Para esta transacción las condiciones son distintas a las que se ofrecen cuando el préstamo es para una vivienda habitual:
- Menor financiación, ya que generalmente los bancos cuando se trata de una hipoteca de segunda residencia oscila entre el 60 y 75% del valor de tasación de la casa.
- Plazo de amortización más corto, con un plazo máximo de 25 años.
- Tipo de interés más alto.
La ventaja de contar con una vivienda que puedes hipotecar es que te facilitará más conseguir un préstamo.