Seguramente, a la hora de realizar la declaración de la renta o en la nómina mensual de tu trabajo hayas visto las siglas IRPF. El IRPF es clave en el sistema tributario de España. Es un impuesto que debemos pagar los españoles, ya sea como personas físicas o como empresa.
En este artículo te contamos qué es el IRPF, sus características, qué rentas grava, cuándo se paga y cómo se calcula.
¿Qué es el IRPF?
Las siglas IRPF significan Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. Es un impuesto cuya finalidad es gravar la renta obtenida por los contribuyentes que residen en España a lo largo de un año natural.
El IRPF es un impuesto progresivo, lo que quiere decir que se paga por tramos en función de lo que gana una persona, teniendo en cuenta diferentes circunstancias, tanto personales como familiares.
Para entenderlo de forma sencilla, podemos decir que el IRPF es un dinero que Hacienda nos va quitando de nuestra nómina previendo lo que después tendremos que pagar en la declaración de la renta.
¿Qué características tiene el IRPF?
El IRPF cuenta con tres características básicas:
- Es un impuesto progresivo, lo que quiere decir que la cantidad que ganes importa. A más renta, mayor será el porcentaje de IRPF que tendrás que pagar. Por lo tanto, como se adapta a las circunstancias personales, ninguna persona paga lo mismo; es un impuesto de carácter personal.
- Es un impuesto directo, ya que grava directamente a una persona física.
- Es anual, ya que se debe presentar ante la Agencia Tributaria una vez al año en la declaración de la renta.
¿Qué rentas grava el IRPF?
Debes tener en cuenta que el IRPF será distinto para trabajadores por cuenta ajena y para aquellos que trabajan por cuenta propia; es decir, los autónomos. En el caso de los primeros, el IRPF se aplica sobre sus nóminas o rendimientos del ahorro como acciones o fondos de inversión. En cambio, en el caso de los autónomos se tiene en cuenta ingresos y gastos de su actividad profesional.
La renta va a comprender todos los rendimientos, ganancias y pérdidas patrimoniales del contribuyente. Además, deben añadirse las imputaciones de renta establecidas por ley, sin importar dónde se hayan producido o dónde viva la persona. Veamos los componentes de la renta con más detalle:
En cuanto a los rendimientos, dos tipos que se deben tener en cuenta:
- Rendimientos del trabajo: es lo que recibes por el trabajo que realizas, ya sea en dinero o en especie. Aquí debes incluir también las pensiones o la prestación por desempleo (el paro).
- Rendimientos de capital: son los provenientes de bienes inmuebles, por ejemplo las viviendas, que no formen parte de tus actividades económicas, y los que vengan del capital inmobiliario.
Además de los rendimientos, el IRPF comprende las ganancias y pérdidas patrimoniales, así como las imputaciones de renta que establezca la ley. Estas últimas son las rentas que deberíamos haber recibido, pero que no obtenemos en forma de dinero.
Debes tener en cuenta que no hay que gravar todas las rentas, ya que hay algunas, llamadas rentas exentas, que no tienes obligación de tributar. Las únicas rentas consideradas exentas son las que aparecen en la normativa del IRPF o en cualquier otra ley donde se mencionen.
¿Cuándo debo pagar el IRPF?
Al ser un impuesto anual, hay que pagarlo una vez al año. El plazo va de abril a junio para todos los contribuyentes, ya trabajen por cuenta ajena o propia. Cada año pagas el IRPF que has generado el año anterior. Por ejemplo, este 2023 pagarás el IRPF del 2022, y podrás hacerlo por internet, por vía telefónica o acudiendo a alguna de las oficinas de la Agencia Tributaria.
Los autónomos, sin embargo, tienen que declarar de manera trimestral. Hay, por lo tanto, cuatro meses al año (cuatro trimestres) en los que tendrán que hacer la declaración: en enero, abril, julio y octubre.
¿Cómo se calcula el IRPF?
Lo primero que debemos entender es que, al ser un impuesto progresivo, los ingresos están divididos por tramos. Por lo tanto, según el tramo en el que estés, deberás pagar un porcentaje de IRPF u otro. Cuanto menos ingresos tengas, menos porcentaje tendrás que pagar.
Los diferentes tramos indicados por Hacienda según los ingresos son los siguientes:
- Primer tramo: comprende hasta los 12.450 euros y se paga un 19%.
- Segundo tramo: va hasta los 20.200 euros y se paga un 24%
- Tercer tramo: comprende hasta los 35.200 euros y se paga un 30%.
- Cuarto tramo: va hasta los 60.000 euros y se paga un 37%
- Quinto tramo: va hasta los 300.000 euros y pagamos un 45%
- Sexto tramo: es a partir de los 300.000 euros y se paga un 47%.
Estos tramos se refieren a la base liquidable (la resultante de restar a la base imponible las reducciones fijadas por la ley y de carácter personal).
Otra cosa que debes tener en cuenta es que si tu base liquidable supera un tramo pero no llega al siguiente, el impuesto se aplica progresivamente. Veamos un ejemplo:
Imagina que tus ingresos anuales son de 18.000 euros. En este caso, superas el primer tramo pero no llegas al segundo. Por lo tanto, para los primeros 12.450 euros se te aplicaría el pago del 19%, y para lo restante (5.550 euros), tendrías que pagar el 24%.
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Como has podido ver, aunque el IRPF es el impuesto más importante de España, puede llegar a ser confuso a veces, teniendo en cuenta que, en cierta medida depende de tus circunstancias personales. Si tienes dudas sobre tu situación financiera y cómo hacer frente a deudas y pago de impuestos, contacta con nosotros y te asesoraremos de forma totalmente gratuita.